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Las manos para acariciar y conectar En algún momento de nuestras vidas surgió el deseo de ser papás, con motivos o estímulos diferentes, lo cierto es que decidirlo va más allá de consolidar una familia con los componentes que se enmarca en la sociedad, significa asumir el compromiso de guiar una vida, ser un formador de un ser y responsable del desarrollo de su existencia. Dentro de todo lo que implica aquello está inherente la responsabilidad de dar disciplina, sembrar valores y principios que determinarán el adulto en el que se va a convertir este pequeño ser. Es por aquello que la paternidad es desafiante, nos obliga a tener entereza, fortaleza, autocontrol y autodominio para afrontar cada etapa que conlleva. En este proceso, existe una disyuntiva de cómo disciplinar y lograr obediencia en los niños, existen quienes aún consideran que los métodos violentos son una buena forma de poner límites y otros quienes argumentan...