El rincón de la calma: un espacio para el bienestar

 El rincón de la calma: un espacio para el bienestar 

 

Cuando las emociones nos rebasan, cuando la frustración se apodera de nosotros o cuando alguna circunstancia nos está generando ruido o llevamos una “basurita emocional” que nos es difícil gestionar sentimosuna necesidad imperante de paz, buscamos nuestro espacio y canalizar nuestras emociones

Es cierto, adultos y niños, tenemos días malos, frustraciones que encarar, reacciones incomprensibles, nos enojamos, nos enfadamos, nos decepcionamos, perdemos nuestro cable a tierra, nos irritamos e incluso tenemos una sensación de incomprendidos. Pero no siempre nos dirigimos al lugar idóneo para hacerlo o simplemente elegimos los medios y formas equivocadas.

La filosofía Montessori nos propone el rincón de la calma y la mesa de paz, una estupenda herramienta para que aprendamos a regular nuestras emociones, controlar las emociones que nos invaden y sobre todo enfocada a recobrar nuestro eje de control a través del autoconocimiento y la auto regulación.

Este espacio, cuando vamos a trabajar con niños, demanda la presencia de un adulto guía, que acompañe el proceso y que enseñe mediante la acción. Su propósito es proporcionar bienestar, recobrar la calma y facilitar nos conectemos con nosotros mismos; razón por la cual debe lucir como un espacio acogedor y agradable que te inspire, al que el niño desee asistir porque se siente bien y no porque se lo impongan. 

Contrariamente a lo que habitualmente se cree, cuando invitamos a nuestro peque al rincón de la calma, no es para reprochar, no es para que se calme y nos escuche, no es un espacio para reflexionar no es un espacio de time off ni mucho menos de castigo. Es un espacio para la desconexión, para canalizar las emociones y recobrar la paz. 

En este espacio rara vez se habla, de hecho, mayormente se utiliza el lenguaje corporal para brindar calma, se hace uso de algunos recursos que faciliten canalizar la emoción adversa e incluso se limita a brindar contención emocional a partir del contacto físico. 

Para aquello debe contar con elementos que aporten comodidad física como cojines, mantas, alfombras,colchonetas, etc. Elementos que nos ayuden a recuperar la calma como cajas sensoriales, botellas de la calma, reloj de arena, fuente de agua, pelotas antiestrés, mandalas para pintar, plastilina, velas, etc. Elementos que nos aporten felicidad, que nos reconforten o que nos ayuden a sentirnos mejor como música, un libro, fotografías, recuerdos de momentos felices, etc. 

Si deseas implementar en casa tu rincón de la calmate recomendamos definir el espacio, uno que sea accesiblealejado de las áreas privadas confortable; decorarlo bajo un concepto minimalista evitando la contaminación visualasignarle elementos que sean exclusivos para este espacio de tal modo que siempre esté todo disponible cuando la situación así lo demande y, por qué no, ponle un nombreespecial que lo distinga e invite al deseo de usarlo por toda la familia. 

Y recuerda, el rincón de la calma es ese espacio especial, donde vas a respirar, a desconectarte del mundo exterior, a disipar mente, a recuperar tu cable a tierra y sobre todo a canalizar tus emociones sin afectar el entorno. Es en este espacio donde purificas mente, tomas una bocanada de aire fresco, recobras el bienestar y recuperas fuerzas para seguir afrontar las situaciones con las emociones centradas y equilibradas. 

Te invito a apostar por este espacio en casa pues también se constituye en un recordatorio de que no es la única vía reprochar o reflexionar, que parte de la disciplina con amor es brindar un espacio para vivir nuestras emociones con libertad, que las emociones adversas son naturales y a éstas se las debe validar, que a veces como papás debemos limitar nuestra participación sin uso de la lógica y la racionalidad, sino con un abrazo, con un acompañamiento silencioso, con empatía y con una pequeña frase de comprensión y que brinde tranquilidad. 

 

 

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